Hemos
crecido creyendo que las contradicciones son cosas que solo la gente falsa
hace. Que es lo que sucede cuando mientes y no logras empalmar tu mentira con
nuevos sucesos.
Lo cierto
es que las contradicciones son algo que todos tenemos, algunos por falsedad,
otros por necedad, y muchos por ignorancia.
Y es que
pasamos toda nuestra vida intentando descifrarnos a nosotros mismos y nunca
logramos conocernos por completo, somos tan complejos que es imposible recordar
todo lo que sabemos de nosotros, y aunque lo hiciéramos ¿Cuántas de esas cosas
no han cambiado ya desde entonces?
La misma
existencia se vuelve contradictoria, no, tal vez no. Pero vaya que parece fútil.
Al final, no importa ni siquiera el significado de estas palabras, ni que es lo
que se aloja en el cráneo del escritor, al final lo que importa es el café que yace
justo al lado de estas letras.